Mi mamá se aferra a la idea que
en abril no llueve, de ser así no te llevaría con cada gota que cae en ese mes y hoy que escucho la suave llovizna te quiero contar…
Helena Segura Torrella - Descubrimiento España |
-Desde que te conocí me gustaste-
dijiste
-Desde que te conocí pensé que
eres muy payasa- te respondí mientras te besaba el cuello y tocaba tú cintura,
tus piernas y todo lo que mis manos deseaban recorrer
Iniciamos la noche entre copas y juegos para terminarla juntos, los detalles no te los recuerdo porque
esos quiero guardarlos para mí, solo sé que te sentí, te viví, te probé y me
enamoré de ti completa, con la incertidumbre del amanecer preguntando si te ibas a
quedar. Cambiamos correos electrónicos y nos despedimos como si no nos hubiéramos
sucedido esa noche. Me sentí vacío de haber creído en tus palabras y no saber qué
tan ciertas resultarían.
Te busqué en el correo
electrónico el lunes, el martes, el miércoles y cuando había decidido saberme
un chico de un noche en tu vida y borrar mis ganas de verte decidí revisar la
parte de correo no deseado y ahí estabas tú, con tus letras, con tu propuesta
para vernos, con tu número telefónico.
Te hablé para ponerle fecha a la
cita y escuché cuanto habías pedido por mi llamada y hasta habías creído que en
mi vida fuiste una sola noche, calme tus miedos a la vez que calmaste los míos.
Nos vimos en Miguel Ángel de
Quevedo.
-¿Qué quieres hacer?- te dije -¿Quieres
ir al cine, o vamos a CU?... el Centro Histórico tiene muchas cosas, nos queda
cerca Coyoacán- no dejaba de hacerte propuestas, todo lo quería de una
vez, quería ver el cielo contigo, quería ver salir las estrellas, quería sentir
frío contigo y ver el amanecer, quería leer contigo, crecer contigo, contarte
mis confusos pasos y yo alentar los tuyos, quería probar lo dulce, lo amargo,
lo picoso, llevarte a donde nunca habías estado; pensé sólo en darte mi mundo y
no pedirte nada a cambio, era como si presintiera que poco tiempo teníamos.
-No te preocupes, podemos hacer
todo eso poco a poco, tenemos mucho tiempo juntos- Esas palabras calmaron mis
ansías, abrazaron más mi corazón y no me importo que me dijeran que eras una
chica con la cuidado debía de tener, no me importo mi poca experiencia al
querer a alguien que no fuera yo, pero todos los riesgos los quise correr
contigo, por ti, juntos.
Caminamos muchos lugares, te
mostré mi mundo como lo había planeado, te abrace en todos lados y si algo
recuerdo muy bien es que el tiempo no me importaba porque estábamos juntos, no
me importaba si llovía y no teníamos paraguas, no me importaba besarte en mis lugares
secretos.
Agustín Jiménez México |
Te confesé que te amaba en un
cruce sobre un puente peatonal muy grande y redondo que pasa sobre Avenida
Universidad, División del Norte y algún Eje.
-Te amo… así de sencillo, ¿sabes?
La vida no me parece igual cuando no estás conmigo, las luces no tienen color…
pero cuando estamos juntos, las luces rojas traseras de los coches, tienen
sentido, el ir y venir de las cosas me parecen justas- no recuerdo si me
dijiste “te amo”, no lo recuerdo porque con mi amor bastaba para los dos y la
lluvia ni la sentimos.
Te escribí una carta que leímos
en un edificio muy alto y llovió y otra vez las luces rojas de los coches
estaban ahí, distorsionadas por las gotas en las ventas, estabas ahí, conmigo y
te volví a decir te amo.
Nos besamos mientras llovía debajo
de un puente lleno de plantas y en secretos me decías cosas que creí para
siempre y para siempre lo seguirán siendo… porque eras la primera persona a la
que amaba más que a mí, eras la primera persona por la cual sabía que valía la
pena ser mejor, por ti quise tocar cada una de las mañanas en que sabía
despertabas pensando en mi, por ti esperaba la llamada casi diaria de las
21:30hrs.
Pero a veces el amor se quema muy
pronto y el tuyo se extinguió antes que el mío y yo sin saberlo, pero quien ama
mucho sabe que algo no anda bien, no te pedí explicación porque no quería
escuchar la respuesta, mi madre siempre me dijo que el que busca encuentra y si
no estás preparado para lo que veras no busques, así lo hice hasta que una
mañana me citaste en un lugar público con mucha gente.
-Vamos con mis amigos- dijiste.
-Para qué quieres que ponga cara
de tonto frente a tus amigos, lo que tengas que decir dímelo aquí- dije, pedí, exigí.
Tu respuesta fue que tus
problemas podían más que lo nuestro, justificaciones me diste, aunque con el
paso del tiempo entendí que el amor no se puede conservar para siempre y
algunas veces se acaba y por mucho que uno ame hasta con los dientes no basta
para los dos.
-¿Dime qué hice mal, qué no te
di, qué no fue suficiente, qué te molesto?- eran las preguntas que le hacía con
el pensamiento mientras que mi boca decía – ¿Hay algo en lo qué te pueda ayudar?,
sabes que cuentas conmigo- pensé en rogarte para que te quedaras, que todo era
mejor si estábamos juntos, que podíamos arreglar todo si permanecíamos juntos,
que no te fueras. Pero yo me fui, no lloré, no te rogué, no grité, no me tire
al piso, no, sólo me fui y pensé que la vida continua, que todo lo que vivimos
fue maravilloso pero que ninguna pérdida valía un minuto de mi dolor.
Marco Antonio Cruz Puebla - México |
Pasaron tres días y en esos tres
días algo me faltaba justamente a las 21:30hrs, y fue en el cuarto día que supe
que no llamarías jamás, que en verdad ya no estabas que las lluvias de abril
fueron solo lluvias, que el calor de mayo fue sólo calor, que las estrellas de
junio fueron sólo estrellas y que tu y yo para julio ya no existíamos.
Tuve un sueño en el que te
buscaba por todos los lugares que estuvimos juntos, soñé que te esperaba y
corría al siguiente lugar para ver si llegabas, me cansé en el sueño hasta que
un buen amigo oportuno me decía – No la esperes más, no va a llegar- con esas
palabras tuve para levantarme con el ánimo menos triste y más resignado para
escribirte un único verso, lleno de faltas de ortografía.
De
saber que no te quedarías no me
hubiera aferrado a ti desde el principio.
Si
hubiera sabido que el tiempo que teníamos en realidad no era mucho te hubiera
dado todo lo que no te di.
Si
hubiera contado los segundos que te tuve me
sobra vida y me faltas tú.
De poder
matar un recuerdo tuyo tendría
que empezar de nuevo desde el día que me ate a ti.
De
saber que tu cuerpo se me quedaría no solo en la piel sino en la vida hubiera
tocado todo tu cuerpo con el mío, para que 3 vidas no bastaran con tu calor.
De
haber sabido que tendría que llorarte en silencio haría
que el silencio fuera tu noche, tu sueño... para que escuches solo a ratitos
como te llama mi todo.
De
saber que terminaríamos, no te hubiera amado nunca...
Pero
lo que si se es que en esos momentos el futuro era solo el segundo siguiente a
tu lado, era
el momento en que te volvería a ver y no el fin de mis sueños a tu lado.
Gracias
a dios no soy adivino... si no nunca te hubiera dado un cachito de mi corazón.
Qué
bueno que no veo el futuro; así me doy el placer de escoger sin miedo a perder.
Marco Antonio Cruz Puebla - México |
Así, al día de hoy, le puedo decir a mi mamá con toda las
fuerzas de mis palabras que en abril si llueve porque esa lluvia me supo a inicio a final a para siempre con fecha de caducidad.
Eres Lo Máximo.
Bueno...lo fuiste.
Eres Lo Máximo.
Bueno...lo fuiste.