domingo, abril 22, 2012

Abril y sus lluvias


Mi mamá se aferra a la idea que en abril no llueve, de ser  así no te llevaría con cada gota que cae en ese mes y hoy que escucho la suave llovizna te quiero contar…

Helena Segura Torrella - Descubrimiento
España

-Desde que te conocí me gustaste- dijiste
-Desde que te conocí pensé que eres muy payasa- te respondí mientras te besaba el cuello y tocaba tú cintura, tus piernas y todo lo que mis manos deseaban recorrer
Iniciamos la noche entre copas y juegos para terminarla juntos, los detalles no te los recuerdo porque esos quiero guardarlos para mí, solo sé que te sentí, te viví, te probé y me enamoré de ti completa, con la incertidumbre del amanecer preguntando si te ibas a quedar. Cambiamos correos electrónicos y nos despedimos como si no nos hubiéramos sucedido esa noche. Me sentí vacío de haber creído en tus palabras y no saber qué tan ciertas resultarían.

Te busqué en el correo electrónico el lunes, el martes, el miércoles y cuando había decidido saberme un chico de un noche en tu vida y borrar mis ganas de verte decidí revisar la parte de correo no deseado y ahí estabas tú, con tus letras, con tu propuesta para vernos, con tu número telefónico.

Te hablé para ponerle fecha a la cita y escuché cuanto habías pedido por mi llamada y hasta habías creído que en mi vida fuiste una sola noche, calme tus miedos a la vez que calmaste los míos.

Nos vimos en Miguel Ángel de Quevedo.

-¿Qué quieres hacer?- te dije -¿Quieres ir al cine, o vamos a CU?... el Centro Histórico tiene muchas cosas, nos queda cerca Coyoacán- no dejaba de hacerte propuestas, todo lo  quería de una vez, quería ver el cielo contigo, quería ver salir las estrellas, quería sentir frío contigo y ver el amanecer, quería leer contigo, crecer contigo, contarte mis confusos pasos y yo alentar los tuyos, quería probar lo dulce, lo amargo, lo picoso, llevarte a donde nunca habías estado; pensé sólo en darte mi mundo y no pedirte nada a cambio, era como si presintiera que poco tiempo teníamos.

-No te preocupes, podemos hacer todo eso poco a poco, tenemos mucho tiempo juntos- Esas palabras calmaron mis ansías, abrazaron más mi corazón y no me importo que me dijeran que eras una chica con la cuidado debía de tener, no me importo mi poca experiencia al querer a alguien que no fuera yo, pero todos los riesgos los quise correr contigo, por ti, juntos.

Caminamos muchos lugares, te mostré mi mundo como lo había planeado, te abrace en todos lados y si algo recuerdo muy bien es que el tiempo no me importaba porque estábamos juntos, no me importaba si llovía y no teníamos paraguas, no me importaba besarte en mis lugares secretos.

Agustín Jiménez
México
Te confesé que te amaba en un cruce sobre un puente peatonal muy grande y redondo que pasa sobre Avenida Universidad, División del Norte y algún Eje.

-Te amo… así de sencillo, ¿sabes? La vida no me parece igual cuando no estás conmigo, las luces no tienen color… pero cuando estamos juntos, las luces rojas traseras de los coches, tienen sentido, el ir y venir de las cosas me parecen justas- no recuerdo si me dijiste “te amo”, no lo recuerdo porque con mi amor bastaba para los dos y la lluvia ni la sentimos.

Te escribí una carta que leímos en un edificio muy alto y llovió y otra vez las luces rojas de los coches estaban ahí, distorsionadas por las gotas en las ventas, estabas ahí, conmigo y te volví a decir te amo.

Nos besamos mientras llovía debajo de un puente lleno de plantas y en secretos me decías cosas que creí para siempre y para siempre lo seguirán siendo… porque eras la primera persona a la que amaba más que a mí, eras la primera persona por la cual sabía que valía la pena ser mejor, por ti quise tocar cada una de las mañanas en que sabía despertabas pensando en mi, por ti esperaba la llamada casi diaria de las 21:30hrs.

Pero a veces el amor se quema muy pronto y el tuyo se extinguió antes que el mío y yo sin saberlo, pero quien ama mucho sabe que algo no anda bien, no te pedí explicación porque no quería escuchar la respuesta, mi madre siempre me dijo que el que busca encuentra y si no estás preparado para lo que veras no busques, así lo hice hasta que una mañana me citaste en un lugar público con mucha gente.

-Vamos con mis amigos- dijiste.

-Para qué quieres que ponga cara de tonto frente a tus amigos, lo que tengas que decir dímelo aquí- dije, pedí,  exigí.

Tu respuesta fue que tus problemas podían más que lo nuestro, justificaciones me diste, aunque con el paso del tiempo entendí que el amor no se puede conservar para siempre y algunas veces se acaba y por mucho que uno ame hasta con los dientes no basta para los dos.

-¿Dime qué hice mal, qué no te di, qué no fue suficiente, qué te molesto?- eran las preguntas que le hacía con el pensamiento mientras que mi boca decía – ¿Hay algo en lo qué te pueda ayudar?, sabes que cuentas conmigo- pensé en rogarte para que te quedaras, que todo era mejor si estábamos juntos, que podíamos arreglar todo si permanecíamos juntos, que no te fueras. Pero yo me fui, no lloré, no te rogué, no grité, no me tire al piso, no, sólo me fui y pensé que la vida continua, que todo lo que vivimos fue maravilloso pero que ninguna pérdida valía un minuto de mi dolor.
Marco Antonio Cruz
Puebla - México

Pasaron tres días y en esos tres días algo me faltaba justamente a las 21:30hrs, y fue en el cuarto día que supe que no llamarías jamás, que en verdad ya no estabas que las lluvias de abril fueron solo lluvias, que el calor de mayo fue sólo calor, que las estrellas de junio fueron sólo estrellas y que tu y yo para julio ya no existíamos.

Tuve un sueño en el que te buscaba por todos los lugares que estuvimos juntos, soñé que te esperaba y corría al siguiente lugar para ver si llegabas, me cansé en el sueño hasta que un buen amigo oportuno me decía – No la esperes más, no va a llegar- con esas palabras tuve para levantarme con el ánimo menos triste y más resignado para escribirte un único verso, lleno de faltas de ortografía.

De saber que no te quedarías no me hubiera aferrado a ti desde el principio.
Si hubiera sabido que el tiempo que teníamos en realidad no era mucho te hubiera dado todo lo que no te di.
Si hubiera contado los segundos que te tuve me sobra vida y me faltas tú.
De poder matar un recuerdo tuyo tendría que empezar de nuevo desde el día que me ate a ti.
De saber que tu cuerpo se me quedaría no solo en la piel sino en la vida hubiera tocado todo tu cuerpo con el mío, para que 3 vidas no bastaran con tu calor. 
De haber sabido que tendría que llorarte en silencio haría que el silencio fuera tu noche, tu sueño... para que escuches solo a ratitos como te llama mi todo.
De saber que terminaríamos, no te hubiera amado nunca...
Pero lo que si se es que en esos momentos el futuro era solo el segundo siguiente a tu lado, era el momento en que te volvería a ver y no el fin de mis sueños a tu lado.
Gracias a dios no soy adivino... si no nunca te hubiera dado un cachito de mi corazón. 
Qué bueno que no veo el futuro; así me doy el placer de escoger sin miedo a perder.
Marco Antonio Cruz
Puebla - México

Así, al día de hoy, le puedo decir a mi mamá con toda las fuerzas de mis palabras que en abril si llueve porque esa lluvia me supo a inicio a final a para siempre con fecha de caducidad.

Eres Lo Máximo.
Bueno...lo fuiste.

domingo, abril 15, 2012

Que el amor nunca se nos acabe

-Ándale, súbete rápido- le decía un niño aproximadamente de 8 años a otro de 6. Supe que eran hermanos porque el otro le contestaba que su mamá los iba a regañar porque ya era tarde.

Abordaron el autobús, intentando pagar dos peajes pero el conductor les cobró solo uno. El hermano mayor tenía un pequeño agujero en su pantalón que le quedaba un poco corto, dejando a la vista sus calcetines al caminar; mientras que su hermanito con el uniforme limpio pero unas tallas más grandes me ofreció mazapanes De La Rosa, esa ocasión como casi siempre dije que no.

Se sentaron en los asientos vacíos frente a mi, yo escuchaba su platica porque cuando uno viaja solo las voces ajenas a veces son más fuertes que el propio pensamiento (tienen todo el derecho de llamarme chismoso), el mayor antes de llegar a su lugar ofreció de nuevo los mazapanes y ya instalado acomodo al pequeño mientras le decía que se sentara bien, que tenían que llegar a hacer la tarea y todas aquellas cosas que dice alguien que se preocupa por ti y que está al tanto, que la hace de papá mientras es sólo un hermano.

De manera imposible pensé en mi hermano y en lo afortunados que hemos sido, tristemente uno repara en ello viendo la poca fortuna de los otros. Pero algo tenían estos dos niños que pocos en cualquier condición tienen, se tenían el uno al otro, había amor y con eso me di cuenta que con eso bastaba para salir adelante.

Terminé comprándoles un mazapán al precio de tres, terminé con una lagrima en mitad de la tarde pidiéndole a Dios que por favor su amor nunca se terminara, que su amor fuera fuerte como para no repetir lo malo de la vida y aprender lo bueno, salir adelante y que no se conformaran; le di gracias al destino por darme esperanza y dejarme ver que no todo lo que parece triste en el fondo lo es, le pedí a la vida que les diera fuerzas y me las diera a mi para seguir dejándome sorprender por los pequeños detalles que el día a día tiene.

Este recuerdo me lo guardo porque aprendí lo que significa ser agradecido de verdad.

Es ésta realidad la que pido sea irreal, que no se repita, que se acabe la necesidad de un niño al vender algo en cualquier lado, pero fue en esta realidad en la que pude ver que el amor hace la diferencia.

Que el amor nunca se nos acabe y que se use a diario

Abrazos perdidos

Canción para leer: Camino para volver - Conchita Si los hubiera abrazado más pienso que tal vez se hubieran quedado más, no lo sé y no lo sa...