jueves, febrero 05, 2015

Aprendiendo a dejar ir...

Ven, siéntate junto a mí, te estaba esperando, me da gusto que hayas venido, tenía mucho que no te veía, ¿no tuviste problema para llegar?, sé que te tomó por sorpresa mi separación y mucho más la llamada para que nos viéramos, pero de verdad que gusto que estés aquí.

Te he extrañado ¿sabes? me acostumbre mucho a ti, ¿te acuerdas cuándo nos conocimos y el acuerdo de ser amigos?, sí ya sé lo que estás pensando, que si yo hubiera seguido con el acuerdo no estaríamos hoy aquí platicando del pasado sino de los planes a futuro que hacen dos simples amigos, pero ya ves, dicen que todo lo que hagas más de 21 de veces se hace costumbre y creo que lo que pasamos juntos fueron como tres meses y medio ¿no? días más, días menos, diría una amiga: ¡fuiste como la humedad! te colaste hasta al fondo y bueno creo que no fue tu culpa, insisto, fue culpa del tiempo.

¿No tienes calor? bueno la verdad hace un poco de aire pero el sol está fuerte, pero bueno, no cambio el tema, siendo honestos te cité para decirte, bueno decirnos cosas, para sacar todo lo que traigo dentro y es que me sorprende que te acuerdes de que quedamos ser amigos y que también yo no quería amigas de besos, amigas y amigos tengo ya bastantes y te diste cuenta, bueno espero lo hayas notado conociste a casi todos los importantes, pero una amiga más te dije que no quería, pero te fuiste dejando ir sin recordar que era lo que yo quería y como estabas muy agusto recibiendo y recibiendo, la verdad si me da coraje, ¿qué no te dabas de cuenta, no veías que yo ya contaba contigo para todo? sí, ya sé que estabas saliendo de una relación y que fue mi culpa creer que podría hacerte sentir mejor, que olvidaras, que me quisieras ¿era mucho pedir? pero creo que en tu lógica cuatro meses no son suficientes para que sepas que es lo que no quieres y dejando a un lado lo que tú querías ¿pensaste en lo que yo sentía? la verdad desde hace unos años he intentado no tener apegos dejar fluir las cosas pero cuando me dijiste que no estabas lista para una relación, que ibas a sentir feo si yo encontraba a alguien que valiera la pena pero que no era lo que tú querías, ese día tomaste mi mano y actuamos como si fuéramos novios de verdad, nos besamos, nos abrazamos sin reparo alguno pero a partir de ese día vino la distancia, te diste cuenta que íbamos por caminos diferentes y te fue fácil dejar de escribir, mientras que para mi era algo que debía de hacer, necesitaba no whatsapearte, no leerte, no sentirte, no pensarte y me ayudó que no tuvíeras las agallas ni para decir hasta luego, solo se te ocurrió que era mejor idea ausentarte que eso me ayudaría ya que no me querías hacer daño, lamentablemente nunca te dija que ya era demasiado tarde. Perdón si te incomodo y solo hablo y hablo, pero necesito decirtelo, sacarlo.

¿Ya comiste, se te antoja algo? bueno, yo tampoco tengo hambre, tengo sed pero creo que traigo agua en la mochila, sí, sí traigo, ¿quieres? bueno le sigo porque creo que ya te esperan.

Con la edad uno se vuelve más sabio, menos emocional y el tiempo sin ti me supo a olvido, hubo días en que te odie tanto, me sentía traicionado, otros solo te extrañaba y esperaba a que sonara mi teléfono sabiendo que no lo haría, la tortura cuando es a conciencia propia es peor. Me pregunté muchas veces qué me hizo falta, qué no fui, qué no tenía, tan solo quería hacerte feliz, vimos mis películas, las tuyas, amanecimos juntos, nos abrazamos, nos contamos nuestras historias y en verdad que nos contábamos la vida con tanta facilidad, creo que eso solo pasa con los amigos de verdad y también creo que nunca lo quise ver, porque a pesar de que esto suena a reclamo, después del tiempo sin ti y de haber repasado de arriba a abajo estos meses me di cuenta de que fui feliz, tenía alguien sin título pero que el tiempo hizo que conociera tan bien o al menos yo me abrí para que lo hicieras.


En fin, ya para cerrar solo me queda darte las gracias por la paz que me diste, me hiciste saber lo inflexible que puedo llegar a ser y también que si se quiere algo en la vida se tiene que luchar por ello y yo quiero una relación alguien que me dé lo mismo que le doy y que no le sea fácil ausentarse así como así, fue bueno habernos cruzado en el camino y haber compartido de esa manera y perdón por haberte odiado por unos días, pero la verdad no pasaba de que deseara que tu galleta Oreo no tuviera cremita en medio, ahora solo me queda desearte que encuentres al indicado que llene todas tus necesidades y pedirte que si alguien llega a tu vida sepas para que lo quieres y seas sincera en todo momento para evitar pequeñas confusiones que pudan lastimar, pero sobre todo se trata de ser feliz y despertar con esa persona en la cabeza como único pensamiento, eso vale la pena vivirlo un millón de veces sin importar el resultado.

Recuerda que venimos a ser felices y tú te mereces toda la del mundo y como leí por ahí, “si te hizo feliz no cuenta como error” y tú no fuiste uno mio.


Muchas gracias por venir.

Ella no dijo nada, se estrecharon las manos, se dieron un abrazo él se fue a la derecha y ella siguió de frente; siempre en caminos y sintonías diferentes.

Él se dijo para sus adentro: la vida de los otros es intermitente en la nuestra, tengo que aprender a dejar ir

Abrazos perdidos

Canción para leer: Camino para volver - Conchita Si los hubiera abrazado más pienso que tal vez se hubieran quedado más, no lo sé y no lo sa...