viernes, julio 04, 2014

5 años y 6 meses

Despertó como si hubiera dormido una siesta de un par de horas, puso un concierto de violín que estaba junto al estéreo, le costó llegar hasta allá y es que las piernas no lo dejaban, eran un par de extrañas con vida propia que no escuchaban a su cerebro, se metió a la ducha y se quitó el hedor a sábanas de su cama que le parecía tan ajena a él.  Mientras las cuerdas sonaban  en las bocinas él sentía una melancolía más grandes que el hambre.


Se alistó para salir, sacó un poco de dinero de su gaveta y tomó una carta que decía “Para cuando despiertes” con letra elegante y precisa, no la quería abrir en ese cuarto tan serio y tan blanco, tenía ansias de luz y ruido. Paró un taxi y se fue al parque más próximo que a pesar de que estaba muy cerca no estaba seguro si las piernas le respoderían como debían. 

Entró al parque, puso en su oído derecho un audífono tocando Infra 5 de Máx Richter, todo le parecía un sueño, se paró y miró a su alrededor: árboles húmedos por la lluvia que seguro cayó en la madrugada, el aire era fresco, había unos cuantos niños riendo jugando con sus madres o abuelas, el cielo era de un gris claro que dejaba entrever unos tenues rayos de luz pálida. Todo le parecía un milagro, podía sentir en la lengua la humedad del día y las manos el aire, las piernas le fallaron y cayó de rodillas sobre el pasto frío y lo tocó como quien resucita de la muerte, lloró al ritmo de los violines y la música desordenada de ese compositor tan poco ordinario, ¡estaba vivo!, no recordaba esa sensación, toco un árbol y escuchó con el otro oído a los pájaros cantar, se preguntó si estaban jugando o peleando, daba lo mismo, se oían tan vivos y tan cerca que poco le importó el motivo, se sentó en una banca como si fuera un trono, se sintió dueño de ese momento, de esa vida y de esos colores. Empezó a reír con euforia, sentía que no podía parar de reír y no entendía porqué lo hacía, solo tenía la necesidad de hacerlo, su psicólogo lo hubiera tachado de bipolar, pero sus lágrimas fueron de felicidad,su risa de alegría, no cabía en si mismo de tan feliz que estaba.


En su celular adelantó la canción y puso Spring 1 del mismo compositor y metió su mano a la bolsa de su sudadera y sacó el sobre leyendo la carta que estaba dentro.


Hola Andrés.


Supongo ya estás despierto, anoche estabas muy borracho y tomaste muchas pastillas para dormir, me di cuenta de eso al ver la caja vacía, te grité y te pegué y rece porque no te murieras, no me despegué de tu lado ni un segundo. No creo que te acuerdes pero en tu borrachera me dijiste cosas horribles y humillantes y no por muy humillantes que fueran dejaron de ser ciertas, me heriste de gravedad, pero nos liberaste a ambos. Me sorprendió que supieras y que me gritaras que son 5 años y 6 meses los que llevamos juntos, pero me sorprendió más el que uno de los dos aceptará que fueron los 5 años y 6 meses más enfermos que se pudieron tener, yo que juré que tanto te amaba, al verte tendido sobre la cama temiendo que te murieras pensé en que si estaba contigo era porque no quería estar sola y que si estabas conmigo era porque te daba pavor imaginarte dormir tu solo en una cama tan grande, me dijiste tanto y de una manera tan triste, ¿tanto mal te hago que te emborrachas cada ocho días y encima parece que te quieres librar de mi aunque sea muerto? Si no me dejas es porque no quieres herirme, ¡ya estamos muy heridos Andrés!, si estás leyendo esto es porque ya me fui, te dejo las llaves, el dinero del mes donde siempre y las cosas del departamento si las vendes quédate el dinero, yo no quiero nada tuyo ni de ambos, me quedo el daño para poder sanar y encontrar el camino, te deseo lo mismo y por favor no te mueras, que si te mueres le haría falta algo a mi historia.


Vive la vida que quieres que ya no estamos para estancarnos en relaciones que nos ahogan.


Bibiana R.


Andrés se quedó en la banca sintiéndose solo pero libre, sin rumbo pero vivo, ya tendría tiempo de ingeniárselas para dormir solo, mientras escuchaba un Vivaldi recompuesto, unos pájaros y la risa de sabrá Dios cuántos niños. Con eso tenía para un nuevo comienzo.


Y así se despidió de Bibiana, su relación de 5 años y 6 meses.


#soltero #relacionesquematan #dejarir #rompimientos #renacer #soltar #adios #separación

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Como mujer en días complicados ¿nada más bueno?
      Ntc, muchas gracias por tu brevísimo comentario.
      Abrazo fuerte y grande

      Eliminar
  2. Muy parecido a la realidad y es verdad que alguna de las dos partes debe dar el primer paso. Esto esta para reflexionar, aunque me quede con ganas de seguir leyendo mas sobre la historia. I like it

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alguna vez tuve una revelación de dejar de amar a alguien después de mucho tiempo de estar tras sus pasos y extrañando y suplicando, pero un día así de pronto sentí una separación, fue algo rápido y sabía que tenía que aprovechar el momento, ese momento de lucidez... a pesar que al día siguiente sintiera un vació de perro apaleado, pero de ese momento rápido y sencillo quería hablar... todo como una breve revelación.

      Eliminar
  3. Era de esperarse que el texto fuera experiencia propia. Gracias por compartilo y hacernos reflexionar

    ResponderEliminar

Porque todos sentimos diferente... Comparte tu sentir.

Abrazos perdidos

Canción para leer: Camino para volver - Conchita Si los hubiera abrazado más pienso que tal vez se hubieran quedado más, no lo sé y no lo sa...