domingo, enero 19, 2025

Te me fuiste temprano de la fiesta.

Hola Dario, hoy el día estuvo bonito a pesar de todo, pude sentir el frío, el calor, ver lo nublado y lo claro, ver lo seco y lo que esta dispuesto a florecer, pude sentir la vida a pesar del hueco, pude estar y contarte lo siguiente. 

Cuando vibro mi teléfono y vi que era Carlos, sabía el motivo de su llamada. Él y yo nos queremos porque él es una extensión tuya, porque yo sé que si tú lo dejaste pasar a tu vida es porque es digno de confianza y así es mi relación con él: un amigo más que vale la pena cuidar. 

Yo estaba por entrar a ver Flow, una pélicula animada que está nómida y ha ganado varios premios, mi expectativa era alta para una tarde de domingo. Estoy seguro que me diriás con tu tono de voz que exaltaba tu conocimiento pero a la vez amable para compartirlo: ay amigo, verdad que está hermosa la película... y me darías algún dato cultural. Sí así eres tú, el sabelotodo que tiene siempre tema de conversación, que puede hablar de lo más trivial hasta lo más complicado con quién se te acercara. 

La película estuvo llena de mensajes significativos y el más importante: trascender. Nada es gratuito ni casual. Yo terminé el día cansado con alma intentando asimilar la noticia que Carlos me dio en la llamada. Yo
 gasté los breves segundos con mi mecanismo de defensa preferido: la negación. Le dije, no amigo no es cierto, no, no es cierto, no Carlos, no, no, no me digas eso, se lo dije muchas veces. ¿cómo le pude decir eso a alguien que está viviendo el suceso en carne viva? como si vivirlo y entenderlo a tan pocas de perderte no fuera ya suficiente y ahora yo con mi necesidad de que me dijera que no, que era solo llamada para darme buenas noticias que estabas mejor... pero su tono de voz fue suficiente, quebrada, descompuesta a punto de hacerse llanto para darme cuenta de que era real... aunque yo lo sabía desde vi su nombre en la pantalla de llamada entrante, ¡carajo!, pareciera que hoy día solo las cosas importentes se dicen por teléfono, lo trivial se mensajea o se manda por nota de voz, pero esa noticia no podía ser tan impersonal. ¿con qué fuerza le dices a toda la agenda que conoces, que el corazón de la persona de amas ya no pudo más? ¿con qué ánimo, ganas, con qué alma? 
Me negué a creerle a la primera a pesar de saberlo con el corazón y no pude decirlo, no pude decirle a quién iba conmigo: mi amigo Dario ya falleció... 

Te acuerdas que cuando nos reencontramos me diste santo y seña de los tiempos de secundaria, te hacía burla con que eras mi fan. Que chiquito es el mundo para habernos juntado de nuevo y que tan grande es el cielo para guardarte ahora ahí. 

Nunca te dije que llegaste para ayudarnos a sanar, tú de tus malos amores y yo de los míos, nuestra cura fueron las tardes de GYM, hablar y repasar una y mil veces lo que pudimos haber hecho mejor. Fue contar nuestras fallas y las cosas que omitimos, fue hacernos responsables de nuestras acciones sin saber todo lo que nos faltaba por vivir. Contigo era vivir el presente estando ahí a pesar del pasado y sus errores, a pesar de lo incierto del futuro. Fue leer mucho, contigo leí lo que no había leído en años. Juntos conocimos los clásicos que nos habíamos saltado, fue leer a Rosario Castellanos, Juan Rulfo, Kate Morton y más... Esa emoción de leer y vernos para contar nuestras impresiones, tú sumando tu punto de vista social y yo el emocional; uy te acuerdas de los que leímos de Márquez, el Amor en tiempos del Colera y Cien Años de Soledad... Ahora ando muy Florentino Ariza esperando a mi Fermina, pero bueno ya te contaré esa historia a su debido tiempo. 

Al lunes siguiente de la llamada, fue tu velorio. Muchos reunidos por un motivo muy triste: tu ausencia física a pesar de que tu cuerpo estaba ahí y sí ya sabes que no me gusta ir a las cajas a ver el cuerpo del algo que alguna vez, unas horas atrás estaba lleno de vida. Preferí quedarme con la última imagen que tuve tuya: tu fiesta de cumpleaños número 40, llena de luces, risas y gente de vibra como tú, dispuesta y alegre... Me arrepiento de haberme ido de la fiesta antes ya que ahora tú te me fuiste temprano de la mía.

Ay amigo, ahora a quién le voy a contar de mis contrariadas emociones, quién me va a recomendar películas y libros como tú lo hacías. Me quedo con las ganas de tu boda y muchos cafés pendientes. 

Jamás olvidaré tus intentos por encontrame pareja, que buenas anécdotas, desde un gordito, un chaparrito y hasta un narcista... te preguntaría hoy a tono de broma recordando esas tardes: amigo o hater. 

Como te decía hace rato, la perdida de tu presencia física duele, pero de consuelo tengo todos los recuerdos que compartimos, tu voz en el whatsapp, las pelis que vimos y los libros que leímos. 

Bendita la casa de enfrente a pesar de tu ausencia.
Benditos los corazones que tocaste. 
Bendita la vida que te puso en mi camino.
Benditas las estaciones que me recuerdan el proceso de florecer de nuevo.
Bendita la fuerza de los que siguen en pie a pesar de tu partida. 

Ahora tú te me fuiste temprano de mi fiesta pero seguiré celebrando como solo tú sabías hacerlo: viajando, leyendo y dispuesto a todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Porque todos sentimos diferente... Comparte tu sentir.

El jardín que no sabía que tenía

Y se paró en medio de la sala, nadie lo veía, pero todos sabían que estaba ahí.  Estaba ahí, sin hacer ruido, sin moverse, solo viendo, mira...